Conocimientos que no sirven para nada

miércoles, noviembre 15, 2006

Las mecas del cine

Al igual que el Islam tiene su ranking de lugares santos, también el cine tiene varias "mecas". Todos conocemos Hollywood y creemos que sabemos que la capital del cine en Asia es Bollywood, en las cercanías de Bombay.
Pero
Bollywood es en realidad una turba de fenicios vendidos a la producción comercial más tosca. Lo que de verdad mola es Tollywood, el centro neurálgico del cine rodado en telugu y radicada en Tamil Nadu.
Pakistán tiene
Lollywood, en Lahore y un poco más al noroeste está el porno masala que los guerrilleros obligan a rodar a las campesinas locales para desahogo y desarrollo de sus miembros más jóvenes. Y ya me he perdido. Pero con esto tienen para ir iniciándose en sus videoclubes, especialmente si viven cerca del madrileño barrio de Lavapiés.
También les recuerdo que en España teníamos Almeríawood, pero esa es otra historia y será contada en otro momento.

Este conocimiento a-útil está patrocinado por
Mundo Bollywood.

domingo, noviembre 05, 2006

Si te he visto...

El cuerpo humano renueva el conjunto de sus células en periodos de entre siete y diez años. Es decir, cada década estrenamos cuerpo nuevo, lo que quizá sirva para explicar la moda de las hombreras que hizo furor durante los ochenta (versión alternativa del link).
La renovación (por dentro y por fuera, como le gusta a José Coronado) no es uniforme:

  • Cambiamos las células de las paredes del estómago cada cinco días.
  • Un hígado nuevo cada diez meses (excepto los que van conservando el antiguo en alcohol).
  • La epidermis, capa exterior de la piel, se estrena cada dos semanas.
Sólo las neuronas, las células del cristalino del ojo y, se especula, las células musculares del corazón permanecen constantes. Incluso el esqueleto se renueva por completo cada diez años aproximadamente.
Con esto expresiones como: "chico, cuánto tiempo, no pareces el mismo" pasan a convertirse en simples perogrulladas.

Conclusión: no es que no te salude por bordería o despiste cuando me cruzo contigo por la calle. Es que no eres la persona que yo conocía.