Conocimientos que no sirven para nada

sábado, octubre 06, 2007

Derribe usted mañana

La Revolución Francesa (con perdón) fue seguida de un periodo de mal rollo que se conoce como el Terror... del que pueden leer muchas cosas en otros sitios. Les remito al título de este blog. Baste decir aquí que fue un momento en el que se aprovechó para profanar iglesias, destruir una cantidad no evaluable de bienes culturales y, aunque carezcamos de datos al respecto, suponemos que para lavarse más bien poco.
Todavía faltaban un par de años para que naciera la mitad de los miembros de nuestra Conferencia Episcopal, y aún así el sentimiento antirreligioso se disparó hacia 1791. El propio gobierno revolucionario tenía al clero en el punto de mira. Al clero y a sus bienes y símbolos, de ahí lo de la profanación.
No fue el caso de Chartres.
Para la catedral de Notre Dame de Chartres la profanación no era suficiente y había que destruirla. Pero cargarse una catedral no es tan fácil. O sí. La cuestión es que había que decidir cómo hacerlo. Como buenos revolucionarios, las autoridades nombraron un comité que diera una respuesta. Y como buenos revolucionarios, los comisarios tardaron su buen lustro en tomar una decisión.
Para cuando fueron a presentar su método infalible para derribar catedrales, se encontraron con un "¿eh? Ah, lo de la catedral. Sí, sí. Déjalo por ahí que luego ya si eso...". El ardor revolucionario se había apagado.
Y el informe se perdió cual arca perdida en los recovecos de la burocracia.

Fuente: Francia, Lonely Planet

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lunes, septiembre 03, 2007

¿Trinity? No: Trinidad

Tienen ustedes todo el tiempo que quieran para adivinar quién es el señor de la foto. Da igual, no lo acertarían en la vida:

El caballero se llama Carlo Pedresoli. Si el nombre no les dice nada, sigan leyendo.
Carlo nació en Nápoles el 31 de octubre 1929, dos días después del crack de Nueva York.
Carlo se graduó en Derecho y posee varias patentes. Habla seis idomas. Carlo fue el primer italiano en nadar los 100 metros estilo libre en menos de un minuto. En 1948 se proclamó campeón del mundo de natación y representó a su país en las olimpiadas de Helsinki y Melbourne en 1952 y 1956.
Carlo ha tenido una variada carrera en el mundo de los negocios. Entre otras empresas, fundó Mistral Air, la línea aérea que ha sido noticia últimamente por ser la que une el Vaticano con los Santos Lugares y por los problemas para trasportar agua de Lourdes con la actual normativa internacional de seguridad.
Carlo tomó partido por Berlusconi presentándose como candidato de Forza Italia en el Lazio. Su motivo:
En mi vida he hecho de todo. Sólo hay tres cosas que no he sido: bailarín, jockey y potítico. Dado que los dos primeros empleos están fuera de cuestión, me lanzaré a la política.

Carlo se lanzó en esta ocasión a una piscina sin agua y el batacazo electoral fue sonado.
Carlo, y aquí viene lo más espectacular, no se llama Trinidad, como cree mucha gente. Lo cierto es que a Carlo se le conoce en todo el mundo como Bud Spencer.
La leyenda urbana dice que el nombre le viene a su afición a la cerveza americana y a Spencer Tracy, aunque hay más teorías al respecto. Lo que sí se sabe es que adoptó el nombre para participar en su primer protagonista de spaghetti western: Dios perdona... yo no, dónde también participaría otra joven promesa: Mario Girotti. Tal vez os suene más su alias: Terence Hill.
Bud y Terence han coincidido en unas 19 películas, que les dieron fama mundial por su combinación de humor, ternura y coscorrones. No mucha gente sabe que el propio Carlo firmó alguno de los guiones que interpretó, así como canciones de varias bandas sonoras.
La "marca de fábrica" de Bud era el golpe de puño a lo martillazo sobre la cabeza de su oponente. También el doble tortazo cuyo efecto de sonido se conseguía golpeando un solomillo contra una mesa.
El resumen de una vida, en palabras del propio Bud:
No soy cómico, lo mío es hacer reír a la gente

Y si no, nos enfadamos.

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martes, agosto 21, 2007

Comunicación digital

En castellano no tenemos un nombre específico para tan expresivo gesto como es el de extender el dedo corazón, manteniendo el índice y el anular más o menos doblados. “Hacer la peineta” es una opción, pero no está generalizada. En inglés se denomina give o flip the bird. Todo esto os lo digo para que veáis lo difícil que es titular este post.
Mi intención era contaros que el origen de este gesto se remonta a la batalla de Agincourt, durante la Guerra de los Cien Años, cuando los arqueros ingleses extendían su dedo en desafío a los franceses que solían cortárselos al capturarlos para evitar que pudieran seguir disparando. Pero esto, además de ser una frase imposible de leer en voz alta, es una historia falsa. Bien mirado, ¿por qué cortar un dedo cuando puedes rebanar el gaznate?
Lo cierto es que este gesto es tan moderno como el comediógrafo griego Aristófanes, que lo menciona en su obra Las nubes, estrenada hace más de 2.000 años. Para que luego digan de la telebasura.
Como es sabido, los romanos heredaron la cultura griega, algunas cosas más que otras. Así, el epigramista Marcial menciona el digitus infamis o impudicus en varias ocasiones como parte fundamental de gestos insultantes. También Suetonio, que cuenta lo mal que le sentaba ese gesto a César Augusto.Se dice que también que Calígula era más aficionado a las peinetas que la Martirio.
La significación fálica del gesto podría otorgarle cierto valor de talismán para los romanos, que asociaban el dedo corazón a Saturno. De ese modo, enseñarle a alguien el dedo podría interpretarse como: “uuuh, aléjate de mí, demoniooooo”. Y el otro se sentiría más ofendido que si solamente le dijera “a que no sabes por dónde te voy a meter esto”, significación más extendida y que, con los variados gustos sexuales de la Antigüedad, tal vez no fuera tan desagradable.
En cualquier caso, fuera el que fuera el significado original, el actual está tan claro, pero no tanto el significante. Al igual que el latín derivó en diferentes lenguas, nuestra entrañable peineta conoce diferentes formas a lo largo del mundo que referenciamos aquí en tan apropiado momento como son las vacaciones de muchos de ustedes.

La imagen estaba aquí.

Desde Conocimientos que no sirven para nada, recomendamos prudencia y moderación.

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martes, julio 24, 2007

Y un saludo a los de Echelon, que me estarán oyendo

Existe el mito de que las grandes agencias de inteligencia del mundo comprueban cada mail que enviamos para interceptar las comunicaciones entre terroristas.
Solo que no es un mito.
Efectivamente, los conspiranoicos y los fanáticos de 1984 (la novela de George Orwell, no el año lleno de hombreras) no andan muy desencaminados cuando nos advierten de que un Gran Hermano nos vigila: se llama Echelon y es peor que cualquier portera del planeta.
Se sabe poco acerca de ella, lo justo para que su existencia bascule constantemente entre el mito y la realidad. Por ejemplo, su funcionamiento y alcance es materia de especulación, pero podría tener capacidad para "escuchar" todo tipo de comunicaciones electrónicas: fax, teléfono, e-mail, etc. Esto le permitiría procesar del orden de 3.000 millones de comunicaciones diarias.
La red Echelon está formada por estaciones de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, aunque su tamaño, ubicación y organización concreta no están constatados. Hay quien dice que cuenta con 38.000 empleados en total y quien estima que sólo en Maryland tiene 10.000.
En esencia, Echelon es una compleja red informática que busca "palabras sensibles" en los envíos de información. Por ejemplo, si ustedes y yo intercambiáramos un mail sin cifrar en el que me dijeran: "a ver si te afeitas, tío cerdo, que pareces Ben Laden", Echelon detectaría la referencia al líder de Al Qaeda y enviaría el correo a un filtro superior, que en este caso lo desecharía. Si las menciones a Osama se repitieran con cierta frecuencia, Echelon nos haría seguir por la parte humana del proyecto. En este caso, mi madre armada con una gillette.

Echelon no sé, pero el buscador de imágenes de Google es un fiera: solo puse "gillette".

Se supone que Echelon ha ido evolucionando desde un sistema de control de la URSS, durante la Guerra Fría, hasta su actual forma, que fue desvelada como tal en 1988 por el periodista Duncan Campbell. La misión actual de la red sería la de atajar la actividad terrorista y del narcotráfico antes de que se produzca. La polémica salta cuando se acusa a los gobiernos implicados de practicar espionaje industrial con esta herramienta. Y el espionaje entre potencias aliadas. Y a los propios ciudadanos. Vamos, que no usan Echelon para leer los diarios de las niñas cursis porque... porque... hum... ¿qué nos hace pensar que no lo hagan?
Los conspiranoicos y los simples defensores de los derechos civiles, proponen reventar el sistema incluyendo en todos los envíos un listado de palabras sensibles que lleven a la saturación del sistema. Yo, por si acaso: bomba, Bush, revolución, botijo.
Para el que crea que se ha equivocado de página y/o que soy Fríker Jiménez disfrazado, la existencia de Echelon parece más que probada con el informe al respecto publicado por el Parlamento Europeo en 2001. En el se recomienda a los ciudadanos de la Unión que cifren todas sus comunicaciones electrónicas. Piyo piya pilo pihapigo.
Desde entonces, la Unión se ha gastado hasta 11 millones de euros en desarrollar un sistema de codificación que Echelon no pueda descifrar. El mío es más barato, pero yo es que no tengo que justificar un presupuesto.

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lunes, julio 16, 2007

Microtus arvalis asturianus

Aunque parezca raro el Microtus arvalis asturianus no es de Asturias. El topillo campesino, como vulgarmente se conoce a esta criatura, tampoco es un topo. Es pequeño y simpático roedor que puebla los campos mesetarios. Ahora mismo, en la submeseta norte se libra una guerra.

La vida del topillo es dura. En la cuenca del Duero hace frío. Sin embargo, ellos son voluntariosos. En el escaso año que dura su existencia se dedican afonsamente a la procreación. Para ellos no hay periodo de cría, cual Paris Hilton, su celo dura todo el año. A las dos semanas de nacer salen de la madriguera y tras una breve adolescencia de dos semanas, se lanzan a criar y a criar y a criar. La gestación dura veinte días y de cada hembra pueden salir hasta once crías de una vez.

Normalmente el invierno, las lechuzas y las comadrejas se bastan para dejar la población entre cinco y diez topillos por hectárea. Sin embargo, cuando el invierno es húmedo y las heladas se hacen esperar, estos ratoncitos tienen fácil hacer madrigueras, no pasan frío y viven bien. Entonces la población se llega a multiplicar por veinte y ya estamos, plaga de topillos.


Ahora mismo los topillos invaden Castilla. Los agricultores castellanos, esos seres subvencionados por la Unión Europea les han declarado la guerra. Para ello cuentan con la ayuda de la Junta de Castilla y León. Primero optaron por envenenarlos. Así que dejaron veneno desperdigado por el monte. Como los topillos viven en galerías quienes se morían eran las cigüeñas y demás aves que no eran una plaga. Tras semejante torpeza han empezado las medidas drásticas: gasar topillos con butano, quema de rastrojos, inundación de madrigueras. Tantos topillos han matado que han llegado a atascar las acequias de riego con cadáveres de topillos. Ahora los agricultores se están contagiando de turalemia: enfermedad que trasmiten los cadáveres de los topillos.

Desde Conocimientosquenosirvenparanada (bueno, lo digo yo de forma unilateral) exigimos que cese la matanza de topillos. Que son una plaga, vale, pero visto el resultado parece más sensato dejar que entre las águilas, los cuervos, las lechuzas, zorros, algún gato despistado y otros animalitos. ¡Vivan los topillos!

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jueves, julio 12, 2007

Samurais de Ohio

Hace años, los jóvenes españoles fingíamos ver Campeones, VIP Guay y La Merienda. Pero lo único que hacíamos en realidad era esperar las pausas publicitarias para ver los anuncios. Concretamente, para ver este anuncio:

Unos cuchillos que "pueden cortar un clavo... ¡y siguen cortando así de bien!" Conocimientos que no sirven para nada, sección Desmitificando que es gerundio revelará grandes misterios sobre los míticos cuchillos. Si quieres seguir teniendo infancia, ¡no sigas leyendo! Tampoco veas ahora El equipo A, que se le nota la calva falsa al doble de M.A.

La historia del Ginsu no comienza en la época kamakura del Japón medieval, como todos creíamos, sino en Fremont, Ohio. Originalmente estos fantásticos cuchillos de acero y carbono se llamaban Eversharp, denominación con la que no se comían un colín. Scott Fetzer, el dueño de la marca, dejó el tema del marketing a los profesionales. Así los Evershap cayeron (metafóricamente) sobre el equipo de Dial Media: Ed Valenti, Barry Becher y Arthur Schiff, el inventor del nombre Ginsu. Como los americanos siempre son unos flipaos para estas cosas, Schiff siempre explicó que el nombre le vino en un sueño, con la idea de darle un aire exótico al producto. "Ginsu", de hecho, no signficia nada. Y el cocinero japonés del anuncio es un estudiante de intercambio de Ohio. ¿Ven como nuestra infancia es mentira?

Dial Media cambió la forma de hacer marketing: aceptaban tarjetas de crédito, no cobraban por la llamada y por sus frases impactantes y su tendencia a hacer el burro con los productos que anunciaba. Porque lo de cortar ¡zapatos! con el cuchillo... Aunque tengo un profesor de Análisis que diría que es una clara referencia a Chaplin, vaya usted a saber. En cualquier caso, no es raro que nos enganchemos a la teletienda tras una noche de juerga con frases como:

En Japón, la mano puede usarse como un cuchillo... ¡pero no puede cortar un tomate!

¿Cuánto pagaría por un cuchillo así? No conteste todavía, porque...

Y claro, te ofrecían unos cuchillos de carne que cortaban los solomillos como si fueran mantequilla. De hecho yo tengo unos cuchillos que cortan la mantequilla como si fuera un solomillo, pero esa es otra historia.

Por supuesto, Ginsu sigue en venta. ¿Qué digo en venta? Si te los compraste en los 80, ¡siguen en garantía!

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domingo, julio 08, 2007

La cheira del filósofo

Si hay un concepto atractivo en filosofía (¿?), más allá de las mónadas (¿¿??) es el de la navaja de Occam u Ockham, enunciada así por Guillermo de Occam en el siglo XIV:

Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem

Dicho de otra manera, vamos, en castellano:

Los entes no deben multiplicarse más allá de lo necesario

Esta frase enuncia lo que se conoce como el principio de simplicidad o parsimonia: a igualdad de condiciones, la explicación más sencilla es la que vale.
Un ejemplo tan práctico como real: a Iker Jiménez le mandan una foto en la que se ve de fondo la sombra de un monje. Iker plantea dos posibles explicaciones: que se trate de un fenómeno paranormal o que fuera del encuadre de la foto haya un monje que proyecte su sombra dentro de la zona retratada. Aplicando la navaja de Occam, la segunda explicación es la válida. Aplicando la lógica de Fríker, siempre nos quedará la duda. Lo que no entiendo yo es por qué el tipo que hizo la foto no miró a ver si había un monje.
El principio de simplicidad puede rastrearse en versiones primitivas en la obra de Aristóteles y de Tomás de Aquino. Versiones muy primitivas si teniendo en cuenta que se trata de un tipo que no encuentra explicaciones más sencillas que la existencia de un ser todopoderoso para explicar ciertos fenómenos.

¿Por qué una navaja?

Siempre me he preguntado por qué un principio filosófico y científico tiene nombre de arma blanca. Viendo el retrato de Guillermo de Occam, cabe imaginar la siguiente escena:

Fray Guillermo: Os digo que no existe nada como los llamados universales.
Rival papista: Mas yo afirmo que son necesarios para explicar el mundo.
Fray Guillermo: ¡Lo particular sirve para explicar lo real!
Rival papista: ¡Que no!
Fray Guillermo: Pues como no me deis la razón, os rajo.
Rival papista: ¡Maldición! Blandís vuestra navaja. En tal caso, la explicación más sencilla es la verdadera, sin duda.

No hay constancia documental de esta escena y la denominación "navaja de Occam" no aparece hasta 1852, en los escritos del matemático William Rowan Hamilton. Parece ser que éste haría referencia a la cuchilla que los amanuenses del medievo usaban para eliminar los excesos de tinta en los manuscritos, al igual que fray Guillermo elimina los entes innecesarios en las explicaciones.
El principio de parsimonia dice claramente que la explicación más sencilla es la que vale a igualdad de condiciones. Es decir, que si hay dos teorías que sirven para explicar un fenómeno y no hay datos que den mayor validez a una sobre otra, tomaremos como válida la más sencilla.
Aplicando este principio a las posibles explicaciones sobre su denominación como "navaja", la respuesta está clara: Occam era de Carabanchel.

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